Todas las cosas están encerradas en sus contrarios:
la ganancia en pérdida, la entrega en el rechazo,
el honor en la humillación, la riqueza en la pobreza,
la fortaleza en la debilidad […]
la vida en la muerte, la victoria en la derrota,
el poder en la impotencia, y así con todo…
Memento Mori
¡¡¡ESPARTANOS!!!
One day too I may fall
I will enter Odin’s Hall
I will die sword in hand
My name and my deeds will scorch the land
Colabora con el Bosque Virtual
El entorno de la Selva Atlántica es considerado como uno de los mayores tesoros en biodiversidad del planeta y, al mismo tiempo, por obra y gracia del ser humano también uno de los ecosistemas más amenazados de la Madre Tierra.
Homenaje a un Visionario
.
«Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra.
Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo.
Pero, cada una de esas estrellas es un sol, a menudo mucho más brillante y magnífico que la pequeña y cercana a la que denominanos el Sol. Y muchos – quizá la mayoría- de esos soles lejanos tienen planetas circundándolos. Así, casi con seguridad hay suelo suficiente en el firmamento para ofrecer a cada miembro de las especies humanas, desde el primer hombre-mono, su propio mundo particular: cielo… o infierno.»
.
La adaptación del relato corto de Arthur C. Clarke (1917-2008), ‘El Centinela’, a petición de Stanley Kubrik, dio lugar a una de las mejores películas de la historia del cine, un auténtico clásico que marcó un antes y un después en el mundo de los efectos especiales: ‘2001: Una Odisea Espacial’. Durante cuatro años se prolongó un arduo trabajo que más tarde, en 1968, dio a luz film y novela simultáneamente. Como dato interesante, mencionar que los manuscritos originales, tanto del libro como del guión, se conservan en el Museo de la Ciencia de Londres.
Ich geh dir hinterher…
Te esperaré apoyada en la curva del cielo
y todas las estrellas abrirán para verte
sus ojos conmovidos.
Te esperaré desnuda.
Seis túnicas de luz resbalando ante ti
deshojarán el ámbar moreno de mis hombros.
Nadie podrá mirarme sin que azote sus párpados
un látigo de niebla.
Sólo tú lograrás ceñir en tus pupilas
mi sien alucinada
y mis manos que ofrecen su cáliz entreabierto
a todo lo inasible.
Te esperaré encendida.
Mi antorcha despejando la noche de tus labios
libertará por fin tu esencia creadora.
¡Ven a fundirte en mí!
El agua de mis besos, ungiéndote, dirá
tu verdadero nombre…
(Ernestina de Champourcin)
Abismos
What shall we use to fill the empty spaces,
Where we used to talk?
How shall I fill the final places?
How shall I complete the wall?…
Zanganeando con el alba
¿Qué es una mujer desnuda?
Una ola, un bloque de mármol,
un puñado de tierra,
un cráter para mirar al infierno…
(Susana March)
Mabon, la Agonía del Dios
Cast your eyes on the ocean
Cast your soul to the sea
When the dark night seems endless
Please remember me…
(‘Dante’s Prayer’; Loreena McKennitt)
Flor Prometida
.
~ A la pequeña Ruth ~
.
Ella es pequeña como un ciempiés.
Ella será tan alta como un ciprés.
Fuerte como un huracán, y buena como el pan.
Ella sabrá ser el hielo y ser un volcán…
Ay, ay, ay, ay…
.
~ A un hermoso y seductor titán ~
.
«Que me dejen vivir intensamente mientras viva;
quiero saborear el rico jugo de la carne roja
y sentir el sabor ácido del vino en mi paladar,
gozar del cálido abrazo de una mujer
y de la jubilosa locura de la batalla
cuando llamean las azules hojas de acero;
eso me basta para ser feliz.
Que los maestros, los sacerdotes y los filósofos
reflexionen acerca de la realidad y la ilusión.
Yo solo sé esto:
que si la vida es ilusión, yo no soy más que eso, una ilusión,
y ella, por consiguiente, es una realidad para mí.
Estoy vivo, me consume la pasión, amo y mato;
con eso me doy por contento.»
(R.E. Howard, ‘La Reina de la Costa Negra’)